#Coronavirus  #Industria nacional 

Una oportunidad (y una necesidad) para la industria nacional

Por Mercedes Meier

La industria nacional puede y debe ayudar a salir de la pandemia y de la crisis económica. La inédita situación en la que puso al mundo el Coronavirus nos hace plantear y replantear, entre otras cosas, la situación en la que Argentina se encuentra para sortear los desafíos impuestos.

La cuarentena es por ahora la única vacuna en el mundo contra la pandemia. Por lo tanto el primer gran objetivo es hacer que se cumpla, y eso será imposible si no se garantizan comida y techo para todas las familias en un país donde el 45% vive bajo la línea de pobreza. Y en segundo lugar, Argentina enfrenta el desafío de generar las condiciones para atender a los infectados en un sistema de Salud pública que está ya sobre exigido.
Hasta allí un aspecto del diagnóstico.

Pero existen otros, que en esta inédita situación toman cada vez más fuerza. La conciencia colectiva, la solidaridad, la creatividad, la empatía…y la necesidad de desarrollar tecnologías y producciones “made in Argentina”.

En apenas 5 días de cuarentena recibí no menos de una docena de propuestas de ingenieros, técnicos, científicos que han creado (o al menos pensado) respiradores, máquinas para hacer barbijos, y hasta laboratorios capaces de hacer detección del virus. Muchos más que se ponen a disposición “para lo que haga falta”… y otros tantos que ofrecen sus máquinas-herramientas para fabricar lo necesario.

En Santa Fe gran parte de la producción es de Pymes. Y, a pesar de que fueron golpeadas en los últimos años, existen. Son cientos de galpones, herramientas, fábricas… y miles de trabajadores y trabajadoras capacitados/as. Además tenemos universidades de gran prestigio que generan profesionales muy bien formados/as en todas las áreas. Todo eso está ahí, existe, está dispuesto. Al mismo tiempo, el aislamiento obligatorio también las está afectando seriamente.

Son los recursos que nunca pudieron desarrollarse ampliamente porque la producción nacional estuvo dominada y limitada por un puñado de monopolios que imponen qué producir y para quién. En su mayoría extranjeros, estos monopolios producen en función a lo que requieren las potencias mundiales. Y las potencias mundiales quieren nuestras materias primas, sin industrializar. Argentina baila entonces al ritmo de los precios de los comodities, que hoy están por el piso.

En muy poco tiempo se pone en evidencia los problemas económicos que enfrenta la Argentina, como también la capacidad que tenemos para poner de pie la producción nacional al servicio de lo que el pueblo necesita.

En lo inmediato, enfrentar la pandemia: Es posible técnicamente producir aquí y en poco tiempo respiradores, barbijos, alcohol y desinfectantes. También es posible convertir grandes salones de fiesta en lugares para alojar camas para infectados. Es posible hacer los análisis con tecnología argentina. Es posible hacerlo, generando además nuevas fuentes de trabajo. Es posible, una oportunidad y una necesidad.
Para el momento en que se salga de la crisis epidemiológica y se pueda volver a producir hará falta un programa nacional de fomento y estímulo de la investigación, el desarrollo tecnológico y la asignación de recursos para el estimulo de las PYMES y la industria nacional.

Será una decisión política de quienes dirigen los destinos de nuestra provincia y nuestro país transformar la oportunidad en realidad y ayudar a lograr los objetivos impuestos para enfrentar la pandemia y enfrentar la grave crisis económica que nos dejará.

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