La Cámara de Diputados decidió ayer convocar a los ministros de Seguridad Maximiliano Pullaro y de Justicia y Derechos Humanos Ricardo Silberstein para pedir explicaciones por la crisis de inseguridad y la escalada de crímenes en Rosario. La resolución se votó sobre tablas tras acumular dos proyectos: uno del Frente para la Victoria que preside Héctor Cavallero que proponía llamar a Pullaro y otro de su colega del PJ, Luis Rubeo, que planteaba citar también a Silberstein por los últimos chispazos políticos entre la Casa Gris y la Corte Suprema de Justicia. En la comisión de Labor Parlamentaria se acordó tratarlos en conjunto y ya en el recinto se facultó al presidente de la Cámara, Antonio Bonfatti, que defina la fecha de la convocatoria que sería en dos semanas.
Cavallero justificó el llamado a Pullaro y Silberstein porque “por primera vez en mucho tiempo en Rosario hay miedo generalizado, pánico y gente que compra armas porque se siente indefensa. Esto es malo para la democracia y un problema que debemos resolver desde la política”.
El proyecto de Cavallero fue acompañado por otros dos bloques: el socialista disidente que integran Rubén Giustiniani y Silvia Ausburger y el Frente Social y Popular de Carlos del Frade y Mercedes Meier. La propuesta del FpV era llamar sólo a Pullaro, pero intercedió Rubeo y se acordó extender la convocatoria a Silbertein, para que explique la escalada de tensión entre la Casa Gris y el Poder Judicial por declaraciones de Pullaro que la Corte consideró “lesivas” a la “independencia de los jueces”.
Cavallero dijo que la situación que se vive en el Gran Rosario es muy preocupante: “Por eso, convocamos a los ministros de Seguridad y de Justicia. No es una interpelación en el sentido legislativo, sino una reunión con todos los diputados para que nos den digan cuál es el Plan de Seguridad concreto que tiene el gobierno en el corto, mediano y largo plazo”. Lo que significa que Pullaro no será interpelado en el recinto como ocurrió con su antecesor, Raúl Lamberto, en noviembre de 2012, sino una reunión en el despacho de Bonfatti, a puertas cerradas.
Según Cavallero, una nueva convocatoria a la Gendarmería que se agitó esta semana tiene un punto vulnerable. “Está bien reforzar la seguridad con fuerzas nacionales, pero debe ser una medida transitoria”, porque la que debe resolver el problema es la provincia. “La última vez que vino la Gendarmería a Rosario se fue sin solucionar los problemas más graves, entonces, ¿qué va a pedir la gente la próxima vez? ¿Va a pedir que vengan las Fuerzas Armadas?”, se preguntó.
Cavallero le pidió al gobernador Miguel Lifschitz que convoque “a todos los sectores políticos, económicos y sociales, a los empresarios, los trabajadores, la Iglesia, para señalar que esta es una política de Estado”.
–¿Cuál es el balance que hace de la gestión Pullaro en estos ocho meses que lleva en el cargo?–, le preguntaron.
–Prefiero no hacer balance. Creo que por lo que pasa actualmente en Rosario y en otros lugares de la provincia nos damos cuenta de que algo falla–, contestó.
