No sólo porque se discuta en los ámbitos legislativos, sino porque es un debate profundo que debe darse en toda la sociedad.

Y avanzamos porque son nuestros cuerpos los testigos de la necesidad de que esta discusión sea una discusión de salud pública. No hay médico que trabaje en una guardia que no cuente como cada noche llegan entre 2 o tres pibas con sangrados severos, a veces a punto de morir.

Y encima hoy esas chicas, que generalmente son jóvenes y pobres, pueden ir presas. Eso es lo que estamos debatiendo.

Porque mientras haya una política que siga empujando a las mayorías a la pobreza, mientras se siga tomando a la mujer como un objeto, mientras se siga aplicando una política reaccionaria vamos a seguir muriendo los jóvenes, los pobres y principalmente las mujeres.

Por eso es fundamental reforzar nuestra triple consigna. Porque necesitamos educación sexual integral para poder decidir, necesitamos anticonceptivos para no tener que abortar (porque nadie quiere pasar por eso), pero además necesitamos urgente el aborto seguro, legal y gratuito para no morir y vamos por eso compañeras.