Hoy la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de la Provincia, de la cual somos parte, dio dictamen favorable a nuestro proyecto para que a traves de un impuesto a las ganancias de los casinos, la Bibliotecas Populares de la provincia puedan recibir mas fondos, y entre otras cosas, puedan solventar los sueldos de quienes desarrollan allí la fundamental tarea de bibliotecarios.

Seguiremos trabajando para que el proyecto logre media sanción en diputados, y luego para que sea convertido en ley y se reconozca así la ardua y tan importante tarea que los trabajadores de las Bibliotecas Populares y todos aquellos que las sostienen llevan adelante diariamente.

En cada comunidad, la Biblioteca Popular es una institución muy valorada, porque además de ofrecer las funciones básicas de una biblioteca, es un ámbito para la preservación y la promoción de la cultura local. Al mismo tiempo, cada biblioteca es un lugar de encuentro, que garantiza y facilita el ejercicio del derecho a la información de los ciudadanos.

En nuestra provincia desarrollan actividades 200 Bibliotecas Populares aproximadamente. Éstas son dirigidas y sostenidas principalmente por sus socios y tienen a miembros de la comunidad como bibliotecarios populares y principales sostenes del servicio, brindando información, educación, recreación y animación socio-cultural, por medio de una colección bibliográfica y multimedia general y abierta al público.

La situación laboral de los bibliotecarios de Bibliotecas Populares es precaria e injusta. Salario informal, falta de aportes jubilatorios y obra social, monotributo, incertidumbre en el cobro de haberes y muchas veces también la descalificación como profesionales. Los fondos que sostienen la actividad de las entidades, conformados por aportes de la CONABIP y de fondos provinciales que deben repartirse entre el funcionamiento de las bibliotecas y la remuneración de los trabajadores que allí desarrollan su actividad, lo que muchas veces hace que sean sueldos magros o directamente se realice ad honorem la tarea.

Paralelamente en nuestra provincia los Casinos se han desarrollado de manera formidable generando, por un lado, el avance de las ludopatías, y el empobrecimiento consiguiente de parte de la población y, por el otro, enormes ganancias que aumentan año a año, más allá de la situación económica general.

Si bien mediante la Ley 11.998 se distribuyen parte de esas utilidades en diferentes áreas de interés social, creemos que es posible agregar allí la posibilidad de que sean los casinos quienes aporten los recursos para esta necesaria reparación a la tarea de los Bibliotecarios Populares. Está en el espíritu de esta ley engrosar los fondos que llegan a estas instituciones sociales para permitirle a quienes las administran brindar una remuneración acorde a la cobertura de sus necesidades básicas a quienes desarrollan tan noble tarea: los bibliotecarios populares.